El presidente de la Generalitat vive confinado en la Casa dels Canonges tras dar positivo. Dos veces telefonea Sánchez al presidente chino para garantizar entregas. En unos años en los que no se disputaban tantos partidos internacionales como ahora fue 16 veces internacional. Lógicamente, el Alba ha tenido mayor número de internacionales cuando ha ocupado plaza en Primera división, a principios de los 90 con Benito Floro y tras el ascenso con César Ferrando hace 15 años. Por primera vez como centrocampista, tras sus dos aventuras ante Suecia y Polonia como carrilero. Dos de ellas, como sucedió ante Suiza, en los penaltis. Desconocía que acabaría marcando uno de los penaltis en la tanda. Si usted estuvo nervioso viendo la tanda de penaltis, le costará creer que el seleccionador nacional, en cambio, lo vivió como el que vive un documental de sobremesa sobre la espectacular crianza de los koalas. Yann Sommer y Unai Simón caminaban juntos rumbo al fondo donde la tanda de penaltis iba a decidir quién viajaría a Londres para disputar las semifinales. La sombra de Sommer se esfumó gracias a la potente luz de Unai, al que no le importó lo más mínimo que, a su espalda, la afición suiza tratara de hacer su trabajo.
El traje amarillo de Sommer (que amenazó con ser gafe) iluminó el tiempo extra, pero acabó eclipsado por Unai Simón. A los aficionados, que hacía tiempo habían abandonado su neutralidad, no les gustó la decisión. Alba, igual que su compañero y capitán, Sergio Busquets, que mandaría al palo su penalti, es lo único que queda de aquellos maravillosos años que el tiempo embadurna de polvo. Con la camiseta verdiblanca se retiró en 1973, a los 38 años («el campo ya estaba para mí cuesta arriba»). Si en 2008 fue Casillas, con sus memorables paradas ante Italia en Viena (también tuvo culpa ante Portugal, en 2012), hoy, 13 años después, Simón, que entonces era sólo un crío, dibujó su primera gran hazaña con la camiseta nacional. Pero no, el destino señaló a Unai Simón, un tipo tranquilo que no perdió los nervios ni cuando la pelota le dribló fatalmente ante Croacia. De repente, Unai se puso a bailar sobre la línea de la portería y de ese baile brotó la ilusión de España. El único gol que había marcado Alba en una Eurocopa data de aquella memorable final ante Italia, en 2012. Su galope desbocado desembocó en el segundo de los cuatro zarpazos de España aquella noche.
El lateral azulgrana, suplente en octavos ante Croacia, enganchó un balón en la frontal y Zakaria le dio el toque definitivo para que Sommer, el tipo que desquició a Ramos, se quedara mirando al infinito, buscando una explicación. Luis Enrique después ante la prensa, vestido con la misma camiseta de Naranjito que se puso para hablar con los micrófonos el pasado lunes en Copenhague. En España se ha pasado de unos 500 casos el día 8 a los 1.600 del día 10, equipaciones futbol martes. «Está en un momento de madurez y conocimiento del juego. México 1970 presenció el histórico momento en el que alguien lograba el Mundial como jugador y seleccionador. Y es que, de los 26.500 espectadores que había en el recinto, 499 (según datos oficiales) estaban identificados como seguidores españoles con entrada y 592, como helvéticos. Allí apareció Jordi Alba con su zurda para seguir descorchando esas botellas de cava que, hasta hace una semana, parecían estar guardadas en el frigorífico de Luis Enrique. Así, diseñan y confeccionan piezas modernas y funcionales reciclando botellas de plástico, redes de pesca, tapones de corcho, tejidos orgánicos y otros materiales. Del Sol no era sevillano, aunque así, con razón, se consideraba y lo proclamase.
Adidas suele darlo todo con el Bayern de Múnich (no en vano es en parte propietaria del club). Marruecos. Adidas presenta dos caras en el caso de Marruecos. En el caso de los ‘dragoes’, por primera vez optan por el naranja como segunda equipación. De hecho, como en el caso de Egipto, usa el template de esta útima temporada (las rayas, en los laterales del dorso, no en los hombros). Luis Enrique jugador fue campeón olímpico en Barcelona 92, pero la FIFA no considera los Juegos como una competición del máximo nivel. Tenía toda la pinta de que el portero suizo, convertido en el ogro de la prórroga para España, se enfundaría la camiseta de héroe, encima de ese traje amarillo que parecía haber dejado ciegos a los delanteros de Luis Enrique. Y eso que su historia con Luis Enrique arrancó con retraso. La idea de la maglia ciclamino es contemporánea al nacimiento del Giro de Italia, ya que en las primeras cinco ediciones (1909-1913) se determinó así el ganador final.
La Ciudad Deportiva del Betis lleva, con toda justificación, su nombre. Aficionados de la ciudad rusa y, también, seguidores de otros países, supervigo que pensaron que los suyos podrían acabar jugando allí. A orillas del Báltico, junto a esos puentes de ciencia ficción que bordean la ciudad, la selección escribió otro relato que añadir a sus mejores capítulos de las Eurocopas. Koke. Oyarzabal, igual que en la final de la Copa del Rey 2020, decidió con un penalti. Eurocopa 2021 y Copa América 2021. Sin olvidarnos de la UEFA Nations League, la gran liga que enfrenta a las mejores selecciones de Europa. Sin embargo, aunque el marcador del estadio le otorgó el tanto, la cuenta oficial de la UEFA acabó otorgándole ese dudoso mérito al centrocampista suizo. Durante algunos ratos de la tarde, mientras Suiza y España se jugaban el futuro sobre el césped, la grada del estadio de San Petersburgo trató sin demasiado éxito de completar una ola digna.
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