Este plan de salvación incluye la reducción de los salarios del Barça en entre 50 y 60 millones, cantidad que el club ha conseguido con las rescisiones de los contratos de Piqué (ya retirado), Sergio Busquets, que ha dejado el club para fichar por el Inter de Miami, y Jordi Alba, al que le quedaba un año más de contrato, pero que también se ha ido a jugar a Estados Unidos con el centrocampista y Leo Messi.