Aparte de los consejos proporcionados por Deyle, hay otras características que los expertos en identificación de productos falsos suelen recordar y que debemos tener en cuenta si no queremos pagar de más por un producto de mala calidad y ayudar a reforzar una industria que mueve miles de millones de euros al año. Otras dos buenas pruebas del algodón son las cremalleras (si no funcionan bien, sospechemos) y los hilos sueltos, algo que jamás veríamos en un producto de primera calidad.