En Europa, los campeones franceses deberán superar esa mística primera fase que suele condenar a los reyes vigentes, también su avalancha de lesiones y además, una situación en el vestuario que lleva tiempo sin tregua; Alemania revestida sobre el uniforme del Bayern, se asoma como un equipo siempre queriente de títulos; y España con una selección joven bajo el mando del particular Luis Enrique tiene algún chance de sumar su segunda estrella al escudo.