camiseta italia 2000-2001

Como campeón, Talleres volvió a afrontar el certamen nacional. Durante este certamen se dio la victoria 7 a 3 sobre el Atlanta, con muy buen fútbol. Tuvo excelentes desempeños sobre todo antes de ingresar al Metropolitano, clasificando en casi todos los campeonatos a la fase final, y en muchos de ellos como puntero de su zona. Cuando la nueva dirigencia recibe oficialmente la conducción solamente se encontraban aptos para la competencia: Willington, Patire y Astudillo como único patrimonio futbolístico con que contaba Talleres en ese momento. Este partido fue el que le dejó una estrella en el escudo a Talleres. El mutis-mo inundó su corazón y la mujer no volvió nunca a derramar una lágrima. En la temporada 2004/05 logró su quinta Supercopa de Italia al vencer a la Lazio por 3:0 (con una tripleta de Andriy Shevchenko). Italia abandonó entonces sus iniciales ínfulas de toque y se transformó en contragolpeadora. Con esto Italia sigue siendo el único equipo que ha jugado las dos finales que se definieron por lanzamientos de penalti, la de 1994 y la presente edición. Cada estadio remodelado necesitó una inversión que varió entre los 48 y 280 millones de euros.

Talleres completó en 1975 una serie brillante en LCF; ganó cinco títulos consecutivos sin perder un solo partido. El retorno a la Serie A en 1994 devolvió la ilusión al equipo viola que contrataron a jugadores como Rui Costa o Gabriel Batistuta dispuestos a recuperar la antigua gloria del equipo, supervigo hecho que no tardó en producirse. El atacante agradeció a los ultras el apoyo que le están mostrando y les definió como «una familia». En 1994, solo un año después del primer descenso de su historia, Talleres se cruzó con Instituto en una final que, además, marcó récord de recaudación para el fútbol cordobés: 873.335 dólares en el juego decisivo. Esta vez llegaba nuevamente a las semifinales del Nacional 82, luego de vencer en cuartos de final a Racing de Córdoba. En el Metro 81 finalizó 15.º, con 10 partidos ganados, 9 empatados y 15 perdidos, y en el Nacional 81 se quedaba nuevamente en la puerta de la fase de grupos, detrás de Ferro y River. Adolfo Pedernera asumió en Talleres y el equipo volvió a ganar la Liga Cordobesa, y se llevó el Apertura donde triunfó en los 9 partidos que jugó.

No fue un año muy bueno para Talleres, ya que no jugó más la Liga Local, pero jugaba los Metropolitanos y los Nacionales, pero igual sus resultados no fueron como venían siendo. Talleres, en ese año, logró ingresar al Torneo Metropolitano, abandonando la liga local, gracias a las gestiones de Amadeo Nuccetelli, apoyadas por las dirigencias de otros clubes del interior, incluidos Belgrano, supervigo.com Instituto y San Martín (T). Talleres termina la temporada decimosexto, salvándose del descenso con el mismo promedio que Belgrano, quien ascendió después de perder la final contra Talleres. Aldo Osorio y Víctor Píriz Alves, Talleres ganó seis de los primeros siete partidos, en los que permaneció invicto y puntero, pero luego comenzó a decaer y perder partidos claves. Arrancó la temporada arrasando: veintiocho goles en cuatro partidos, cuatro a Newell’s, siete a Flamengo, ocho a Rampla y nueve a Central. Ahora finalizaba 11.º, con 38 puntos, 11 victorias, 16 empates y 11 derrotas, campeonato que ganó el Club Atlético Rosario Central.

Uno de los récords más impresionantes de la historia fue el que el Club consiguió con Rubén Bravo en 1976: ganó 19 partidos seguidos. El descenso no pareció importarle a los hinchas albiazules que apoyaron al equipo hasta lo último. El equipo de Talleres de ese 5 de julio de 98 formó con Cuenca, Lillo, Díaz, y Humoller; Albornoz, Villarreal, Cabrera, Clementz, Garay; Medina Bello y Zelaya. Ese mismo año, Talleres también partió de gira por Perú (en donde se le conoce hasta hoy en día como «El Taladro», con cuya selección empató al recibirla luego en La Boutique, y por Ecuador. En el Metropolitano de ese año Talleres finalizó noveno, con 34 puntos, conseguidos con 11 triunfos, 12 empates y 13 derrotas. Igual que en el año anterior, el Matador consigue el primer lugar de su zona (junto con Temperley) y acaba ubicándose en el 6.º puesto de la Tabla general. En 1970 Talleres ganó el Oficial, por lo que ingresó por segunda vez consecutiva al Nacional, hasta que en 1973 estuvo al borde del descenso.

El establecimiento de la ciclamino como clasificación independiente tuvo lugar en 1958. Luego hubo una pausa hasta 1966, y desde 1967 el líder de este ranking lució una camiseta distintiva con el motivo de la flor. Así sumó un total de 59 en la temporada, con los cuales habría alcanzado la clasificación a la Copa Sudamericana 2004 de no haber terminado en 17º puesto en la tabla de los promedios. Al igual que Newell’s, se le descontaron dos puntos, pudiendo haber finalizado una posición más arriba. Talleres jugó en el tercer grupo de los ocho en este campeonato Nacional, que tuvo la modalidad más complicada de todos los Nacionales. Dentro de cada grupo se enfrentan una vez entre sí, por el sistema de todos contra todos. Tevez fue felicitado y le regaló una camiseta del club al presidente con su nombre. Con la figura del exfutbolista juventino Giampiero Boniperti asumiendo la presidencia del club el 13 de julio de 1971, se abrió un gran ciclo de éxitos para la vecchia signora, el denominado Ciclo Legendario. En 1944 se ampliaron las tribunas populares y en 1951 se instalaron las plateas en el sector oficial, con lo que la capacidad del estadio se extendió a 18 000 personas.

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